Si los animales tienen la capacidad de sentir el dolor y experimentar el sufrimiento, ¿Es legítimo hacerles sufrir? ¿Por qué los dejamos fuera de nuestro ámbito de consideración moral?

Sufren los animales?
Muchas personas tienen la idea de que sólo los seres humanos tienen la capacidad de sentir. Sin embargo, basta con observar la realidad para entender que los animales también luchan para sobrevivir, experimentan miedo y estrés cuando su bienestar peligra, huyen del dolor, hacen lo posible para no sufrir y para vivir en libertad.

Todo esto es algo que todas las personas en el fondo sabemos y hemos experimentado en nuestras vidas.
La mayoría de los animales, al contrario que las plantas, disponen de un sistema nervioso central que los capacita para hacer análisis de su entorno y tomar decisiones. Aprenden de lo que perciben del exterior a través de sus órganos sensoriales para decidir las acciones que tomarán.
Esto quiere decir que los animales son sensibles y son conscientes.

Esta capacidad hace posible sentir emociones como placer y dolor, gracias a las cuales los animales podemos sobrevivir en el mundo, huir de lo que nos causa dolor y nos pone en peligro, buscar lo que nos da placer, etc.

Todo esto nos lleva a la conclusión de que los animales experimentan dolor, ansiedad y sufrimiento tanto físico como psicológico cuando se les mantiene en cautiverio, cuando se les priva de libertad y cuando se encuentran en situaciones dolorosas.

El dolor es algo que sentimos individualmente, pero podemos deducir que otros seres humanos lo están sintiendo por varias señales externas, señales que pueden ser vistas también en otras especies animales: retorcerse, contorsiones faciales, quejas, aullidos, intentos de evitar la fuente de dolor, etc.
Se dan además otro tipo de señales en los animales, similares a las señales presentes en seres humanos, ante la presencia de dolor: una elevación inicial de la presión sanguínea, pupilas dilatadas, transpiración, polvo agitado, y una caída de la presión sanguínea.
Muchos de los sentidos de los animales son mucho más agudos que los nuestros: La agudeza visual en ciertas aves, el oído en la mayoría de los animales salvajes y el tacto en otros. Es muy posible que su capacitad de sentir dolor sea incluso más profunda que la nuestra.

[texto original de sufren.org]